Mucha gente se empeña en decir que la
vida humana es maravillosa, que es lo
mas hermoso que allá tenido, sin embargo,
y aun que yo no me opongo en lo particular a este sentir, si podría decir, que existen muchas veces que yo en lo
personal me he cansado de ser humana, y he llegado a pensar que me gustaría
mejor ser una mariposa para volar, o una gaviota para viajar por el mar, o un
delfín para nadar en las profundidades del océano, o un lagartija para asolearte todo el día en la
azotea de la que hoy es mi casa, y es que
hay momentos en mi pobre y particular existencia que si, en verdad me hastío del mundanal mundo, y eso
de mundano no suena tan mal si lo vez desde esta perspectiva, nacer con dolor,
crecer con dolor, y morir con dolor, esa es la vida del hombre de hoy,
levantarse temprano y salir a la calle con un portafolio o maletín repleto de
hojas y papeles, notas de compra y venta, archivos perdidos en el interne y otras maquinas como el teléfono celular, o la televisión y la radio que no hacen más que parlotear todo
el santo día, pero sales del trabajo deseando no volver, pues tu jefe te llamo
la atención como 500 mil veces, o la vendita escuela, que empieza por
desagradarte y termina por adiestrarte a formas sociales preestablecidas que
datan del siglo de la canica.
Sin embargo, prosigues viviendo bajo estas formas de cómo caminar, con
decencia sin agachar los hombros o encorvarte al caminar, siempre de traje o de
vestido, con las zapatillas que te aprietan y las medias que se te enredan cada
que vas al baño, y con el interminable levantarte, bañarte, desayunar la mitad
de una dona y un café semi tibio, semi caliente, pues el trabajo espera, y en
el camino recuerdas que se te olvido la tarea que el docente te pidió para
aprobar el curso, o la nomina del trabajo, o las notas de la conferencia que
vas ha ofrecer, pero tu sigues adelante, y con la mirada en el cielo y los pies
bien firmes en la tierra, y que haces, sacas tu teléfono celular o tu tarjeta
telefónica y le hablas a tu novio o novia para que pase por tu trabajo a tu
casa, o a tu madre u hermanos para que te lo lleven pues, es muy urgente que lo
lleves, y luego de tan inefable espera
miras el reloj y las horas trascurren y tu madre no llega, y
tu novia o novio te deja plantado, y tu esperas pacientemente, por fin llega
alguien con tu tan esperado papel, y lo llevas, para que, para que te critiquen
y te digan que esta mal, que lo vuelvas a elaborar. Y por fin llega la hora de
la comida después de que tus tripas te
gruñen y te piden con desesperación que les des de comer, por fin llega la hora
de la comida, para que tu madre te diga
que hay albóndigas, o queso con atún, pero a ti no te gusta el atún, ni las
albóndigas, ¡Oh Dios! Pero te las comes
más de fuerzas que de ganas, y luego de vuelta a las maquinas, comes rápido,
bocado tras bocado, te tragas todo, y luego casi con el taco en la mano a la
computadora, pues tienes que corregir el dichoso trabajo, y te sientas durante
horas, tecleando, y tecleando, tlakc, tlack, tlack, se escucha a lo lejos, y
luego la impresora, con su rig, rang, rig, rang, imprimiendo a toda velocidad,
por fin te das cuenta, ya son las 3 de la madrugada y el cansancio te vence, te
vas arrastras, casi a gatas a la cama, te desnudas, te pones la pijama y a
dormir, no has acabado de pegar pestaña, y cuando estas durmiendo con mas
devoción, rig, rig, el despertador suena, son las 6: 35, y tu piensas tan
rápido, pero me acabo de acostar, aun así te levantas, te bañas, y vuelves a
comenzar.
Y esto es todo la vida, el resto de la vida,
sin embargo, muchos adultos, piensan que los niños no sufren, más esto no es
así, pues ellos los obligan a que esto sea así, a los 3 años cumplidos, el niño
ingresa al preescolar, y es aquí donde
comienza el trajín de la vida, la madre lo levanta a las 8 de la mañana que
para él es como si lo levantara a las 5 de la madrugada, y lo obliga a vestirse
a desayunar un vaso de leche caliente, dos rebanadas de pan tostado y un yogur,
y esto si le va bien, sino se va con el puro vaso de leche en el estomago,
después, tiene que correr casi, pues se le hace tarde para entrar a la dichosa
escuela que apenas comienza, y que más tarde dejara botada, o la terminara casi
por convicción de adicción que por convicción de gusto, así mismo, el niño va a
la escuela y no sabe a que, pero el va, y allí se encuentra con sus peores
temores, sus mas grandes ilusiones y su comienzo a la sociabilización, una
sociavilización que perdurara hasta que acabe la carrera profesional, o deje la escuela, lo
que ocurra primero, pues lo forzan a ir, a correr, a vivir, y existir, sin
sentir su propia existencia trascurrir por entre sus pies, así mismo, lo más
divertido para el niño de preescolar dentro de la escuela, es la hora del
receso, y empero esto a quien no nos
gusta, si hasta en el trabajo nos agrada mucho la hora de salir a comer, que es
el receso del jardín de niños, pero a niveles industriales, profesionales, de
talleres mecánicos u otros anexos como los del gobierno u instituciones particular, así mismo, el
niño de preescolar carga su maletín u portafolio, con papeles dibujos y
libretas, sin embargo este portafolio lo traerá consigo por siempre, como si
hubiera nacido con él, y así como carga su lochera con su torta, años mas tarde así cargara el
teléfono celular u la tarjeta telefónica y su agenda de trabajo, con fechas,
citas, cartas y oficios de trabajo, que llevara a casa para continuar su labor
de trabajo u tareas pendientes, años más tarde también cambiara los dibujos por hojas membretadas y hojas de
contabilidad a medio llenar, su profesor se volverá su jefe y su pupitre se volverá una mesa con una
maquina a la cual le deberá estar celosamente pendiente.
Pero la sociabilización no termina, ni aun con la muerte, cuando uno ya
es viejo, vuelve a comenzar este trabajo interminable de sociabilizarse y tal
vez con más fuerza, pues cuando ya uno es viejo, nadie lo entiende, pues no puede hablar bien,
y apenas ve y eso si ve por el uso inmedible de la computadora, el interne y la
televisión, que le dejaron los ojos sin visión, sin embargo, hay otros por el
contrario que ven bien, pero que ya no escuchan bien, así que tienen que
gritarles para que puedan ser escuchados, para ese entonces, ya no cargan un
maletín u portafolio, pero si cargan, sus pastillas para los dolores de cabeza,
piernas, codos, estomago, etc, así como su tanque de oxigeno, o su sonda pues ya no pueden respirar bien u
orinar, por los tantos cigarrillos que fumo o el montón de tasas de café que
tubo que tomar a lo largo de toda su vida, y que le dejaron los riñones hechos
trizas, así como el miedo que le tiene no a la muerte en sí, sino al funeral,
pues aun que trabajo toda su vida, no tiene ni un cinco en la bolsa para pagar
su propio funeral, y tiene que hipotecar, su casa y hasta el perro para poder
pagarlo, y deja a sus hijos con los 2 terrenos que compro entestados, la casa
embargada y hasta el perro y por fin puede morir en paz, pues la muerte no avisa y por eso es preciso estar preparadas.
Sin embargo, y después de toda esta reflexión, yo me pregunto ¿ Que acaso la
vida de una mariposa, un árbol o una gaviota no es más tranquila y más vida que
la del mismo hombre, que no vive su propia vida?
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