martes, 20 de agosto de 2013

EL LAUDENT ( DESCUBRE EL MISTERIO)


Libreta de poesía sacra y profana para un nuevo reino.

“Esta parecería a simple vista una libra de poesía antigua pero, no lo es. ¿O  sí? 
Es mas bien, una charada de alguien, que quiere burlarse de nuestro noble ser”


Introducción

Estimado lector: Lamento decepcionarlo,  si al comprar esta libreta pensó, por un momento, que era una verdadera libreta de poesía antigua, pues no lo es,  es más bien una hermosa critica ha mi tiempo, y ha este siglo XXI que pese a toda su abrumadora, maquina de defensa tecnológica, no ha podido  descubrir el inconmensurable juego de la vida que nos rodea, y que no es para colmo de los teóricos del lenguaje el maldito habla o el símbolo fonético.

Si no por el contrario, nuestra propia ignorancia, que es la culpable de todo cuanto sucede a nuestro alrededor. La ignorancia que  casi siempre exalta las virtudes del saber, de los cambios de la humanidad, del habla y el Juego, del lenguaje y la tecnología, que hoy gracias a ella, estoy escribiendo, pero  que no es, solo la burla, la mofa, y el vulgar juicio de saberme ignorante,  el que hace que yo hoy escriba esto, sino el juego lúdico de saberme creadora de mi propio acontecer lingüístico,  y que es el que me dicta como escribir al final de cuentas.
 
Además de  la inconstancia veleidosa y un poco profana de aquellos, que suministrando grandes esfuerzos por conocer, dejan la vida y hasta el pellejo, por cosas, que no saben si realmente son como ellos y su imaginación dicen que son,, tal vez suene un poco absurdo, pero es la verdad. La escuela por  ejemplo: que  hoy no sirve para valga la cosa,  más que para encontrarnos, con la crisis de una falta total de gente analfabeta e ignorante, que cree saber y que llega a los niveles superiores de educación preparatoria y universitaria sin saber leer o ha su defecto escribir bien.

Pero ¡hay de mí! que en plena tortura  y  primera hora del día, me resulto fácil el estudiar filosofía, ya un maestro mi me decía en la preparatoria – no, no te metas ha estudiar filosofía, la filosofía, te causara más problemas, de los que intentas resolver-  más yo no le hice caso, y aun que estudie dos semestres de medicina, a la mera hora, me decidí por filosofía, y mira que resulto,  no se si contra producen te  o en verdad para mi bien, pero de no ser por la filosofía, no estaría escribiendo esto, en este preciso momento.

Hasta aquí, usted se preguntaras ¿ Y que tiene que ver todo esto, con el Laudet?  Pues nada y  es aquí  donde comienza el juego del lenguaje, en titular un libro de una forma y decir otra dista en su contenido, el Laudet, no es otra cosa que un libro como cualquiera, que describe desde el inicio una pequeña burla, o charada, del juego del lenguaje, aquí, en este libro no existen reglas ortográficas, gramaticales, didácticas,  o fonéticas. El Laudet, representa la liberación del lenguaje, con todos sus bemoles, des de las palabras mas altisonantes, como “ carajo, maldita sea, que onda guey  entre otras múltiples muletillas, que son a mi parecer muy frecuentemente usadas, en lenguaje común, y aun dentro del lenguaje científico. El Laudet, no es otra cosa, que la muestra palpable, del fracaso del lenguaje, como una implementación meramente simbólica y abstracta de la ciencia moderna, aquí, no existen reglas, ni de escritura, ni de consenso ideológico, cultural, o filosófico, sino más bien,, es guiado por un impulso meramente personal y febril, que surgió durante la carrera de filosofía  en donde yo me preguntaba, ¿por qué debemos escribir de una y no de otra forma, porque no es lo mismo burro que vurro o  ada que hada? Si, al parecer suenan igual o no...  Según los lienguiestas, esto se debe a las  disyuntivas formas gramaticales y fonéticas,  sintaxis, praxis, y las utilizaciones del signo y la significación.

Pero WITTGENSTEIN  desde comienzos del siglo pasado ya había advertido que el lenguaje, este,  puro instrumento de símbolos, formas y sonidos, no es otra cosa  que un juego, un juego con reglas, que no siempre son correctas, y que suelen ser verdaderamente arbitrarias no para los hablantes u oyentes, sino para el mismo lenguaje.

  Esta arbitrariedad lingüística, es  la que permite el propio desarrollo del habla en una comunidad específica. Pero, comencemos nuestro juego, nosotros, cambiaremos los nombres de las palabras, nos permitiremos llamar silla a la mesa, y mesa a la pluma, pluma al libro, y libro a la conciencia, etc. Nuestro juego va más allá de las condiciones teóricas, pues no intentamos hacer del Laudet una teoría, sino más bien una advertencia, para lo que estudian, durante años, las crónicas del lenguaje  sin prever, que cualquier loco, puede cambiar por un solo día, el significado de las palabras.

Y es aquí, donde comenzamos con las no reglas, o reglas invertidas del juego, en vez de decir la mesa es ancha, diremos la silla es ancha, pues tomamos como referencia que la mesa es la silla, y la silla es la pluma, si la silla es la mesa o lo que creemos que es mesa, entonces, la silla será la pluma, si la pluma es el  libro, pues así lo creemos,  entonces el libro es la conciencia, cambiamos la escritura de las palabras, pero dejamos el significado, y es aquí donde entra la habilidad tuya, como lector, para saber cuando hablamos de una cosa, y no de otra.

Este libro esta escrito por una sencilla razón, y que es la siguiente: Estamos tan acostumbrados, ha hablar correctamente y ha saber lo que significan las cosas, que perdemos el valor mismo del lenguaje, y si el lenguaje es un juego, resultaría convincente, que cuando hablamos, hablamos de distinta forma, según la cituacionalidad social, o individual a la cual estemos nosotros haciendo referencia, aquí en el Laudet, lo que se modifica no es la cituacionalidad sino los contextos de escritura, ¿ hasta aquí te preguntaras y como sabrás cuando nos referimos a una cosa y no a otra?  pues por tu intuición e imaginación, tu sabrás que la mesa es silla, y la silla es pluma según el contexto de nuestros artistas que iras descubriendo a continuación lo que les ira sucediendo en cada escena.  

Inmersos en un camisón de mil varas

Capitulo
1


Situando al lector: Un hombre se encuentra en un restaurante, tomando una tasa de café mientras espera, a un presunto acompañante, son las 3 de la tarde, pues suenan a lo lejos las campanas del reloj de la iglesia, durante su estancia en la cafetería el hombre se pregunta ¿ el porque de el sentido lingüístico de las palabras? Mientras discute con el mismo el sentido y la profundidad de las palabras, llega su acompañante, un muchacho de unos 24 años de edad de mediana estatura y un poco enclenque, con anteojos, el hombre que es mayor, y maestro en literatura antigua y lenguas modernas,  lo saluda afectuosamente... y así comienza nuestra historia.

Ernesto.- Muy buenas tardes mi joven amigo, lo estaba esperando,  desde hace algunos minutos,  - pero haga  el favor de sentarse-  ( el joven ansioso toma asiento y el maestro continua hablando)  el motivo por el cual lo he citado hoy aquí, es el concerniente a su ensayo de literatura.
Mario.- Muy buenas tardes Maestro  Ernesto, (lo saluda amablemente)  recibí  su correo electrónico, y  me disculpo por haber llegado tarde, (Mario respira profundamente y continua hablando) si, en efecto, ya antes en el correo electrónico, me ha explicado que ese era precisamente, el motivo de nuestro encuentro del día hoy. 


Ernesto.- Lo felicito sinceramente, creo a mi parecer que su técnica de ensayo, es muy novedosa, y bastante intencional con lo que respecta, ha su análisis sobre la literatura griega y en espacial a nuestro buen amigo Homero.

Mario.- Le agradezco sinceramente su comentario maestro,(alude el alumno entusiasmado y un poco petulante) la verdad, es que me interesa mucho la literatura y en especia la parte gramatical y fonética del leguaje antiguo.

Ernesto.- (el docente lo cuestiona)  Me podría entonces  explicar usted cual seria la temática explicita, que le interesa estudiar sobre el lenguaje antiguo.... cuando termine el seminario?.

Mario.- Sí maestro, le voy ha explicar, mi inquietud lingüística va encaminada al tratamiento de las palabras “Este y Aquel” es decir, la sistematización del vocablo “Este y Aquel” desde sus orígenes como palabra y desde sus usos más peculiares hoy día.

Ernesto.- Y no se le hace un poco pretenciosa  esa búsqueda? acaso no sea puesto usted a pensar, que el vocablo “ Este y Aquel” no tienen un origen determinado?... pero eso es  ha mi muy particular opinión, (el docente se ríe, con una mueca un poco torpe y burlona) ya ve usted, que el juego en sí del lenguaje, nos lleva por caminos inhóspitos y muchas veces insondables.






Mario.- (el alumno le responde en un tono de amargo desencanto)  no entiendo bien.... lo que usted me quiere decir,  pues el lenguaje, es el único instrumento a mi perecer, que nos distingue de los animales, la expresión artística varia conforme a la voluntad misma del lenguaje oral y simbólico, que nos caracteriza.... como especie superior, y mucho muy adelantada de otros especies pensantes ( Mario en son de burla alude al comentario del docente sonriéndose ) .

Ernesto.- (El docente comente al respecto)  Hay mi buen alumno, pero no se irrite, ni  pretenda situar al hombre de nueva cuenta en este sentido pretencioso que  caracteriza, ha toda la raza humana,  pues que no ve.... que todas las cosas son hechas por nosotros? Para nosotros? Y por nuestra conveniencia? ¿Acaso el lenguaje sería la excepción? Mire por ejemplo: Esta simple y llana mesa en la cual están recargados sus brazos.... (Mario voltea y observa detenidamente la mesa)  cree usted acaso que pidió ella misma llamarse mesa, o mas aun.... acaso usted pidió llamarse Mario o yo Ernesto?

Mario.- (Mario le responde un tanto confundido) No... por supuesto que no, claro esta que el lenguaje, esta a merced de la trasformación arrogante de la voluntad humana, fuera de que este bello instrumento, tenga reglas ortográficas, gramaticales o fonéticas,  procede de una arbitrariedad, dicha...(Mario se sonríe y se sonroja avergonzado) por propia boca del mismo hombre que llena de significación los objeto que el mismo crea.

Ernesto.- (le contesta) Pero entonces, ¿cual es el fin y propósito de investigar si “ Este o Aquel” proceden de algún origen determinado?¿ o si el lenguaje, en particular, es la arbitrariedad del hombre y su propio egolatría  de nombrar a las cosas de una forma y no de otra? imagínese por momento, que esta mesa no se llamara mesa, sino silla, y la silla en la cual esta usted sentado, se llamara mesa, sin cambiar el significado, solo el nombre de la cosa.... se imagina usted que ocurriría.

Mario.- No... no cabe en mi tal imaginación,(contesta Mario con sorpresa, y prosigue) seria espantoso, si por un día se cambiaran las palabras, sin son ni ton.... no puedo ni considerarlo, se imagina el relajo lingüístico que se armaría, nadie nos entenderíamos, estaríamos pues, peor que en la torre de Babel. 

Ernesto.-(infiere la ignominia de su locutor) Pero tranquilícese mi buen discípulo, que el lenguaje, no es tan simple de modificar, (contesta Ernesto, con un aire de sapiencia) pues ya estamos tan acostumbrado a hablar, de tal o cual forma, que no lo podemos cambiar,  por otra parte...  yo lo único que le estoy sugiriendo, es que se imagine por un momento, que las cosas como las conocemos, no se llamaran así, sino al revez, es decir, si esta pluma ( el maestro mete su mano al bolsillo izquierdo de su chaqueta y saca una pluma fuente) se llamara hoja, y si las hojas de papel, estas ( toma el ensayo en sus manos y las sacude con fuerza) se llamaran pluma, y así usted y yo, las hubiéramos percibido desde siempre..... acaso pensaría igual? Que esto es una locura... no cree usted que es parte de esta arbitrariedad indistinta y suprema que se hace presente en la voluntad lingüística, siempre humana del lenguaje, lo que hace que ser a esta cosa esto y no otra cosa? Por que no pensar entonces lo contrarío. (infiere el docente, con un aire de inhóspita solemnidad)

Mario.-  Pero es que no puedo imaginarme ni por un momento, que el lenguaje, pueda ser modificado y  cambiado tan abruptamente, pues es algo, preestablecido de antemano en nuestra conciencia y en nuestra vida social. Tiene reglas  y fines, cada palabra tiene un ¿por qué de uso y de arte? De construcción y significación verbal o no....

Ernesto.- He hay justamente el error, de considerar... que el lenguaje, no cambia, no se modifica, y no es capas de modificar nuestra cituacionalidad vivencial, clara que sí... el lenguaje nos modifica, en tanto que se genera conforme a la vivencia misma del hablante y el oyente..... Simplemente, las nuevas generación por ejemplo, que van modificando no solo los usos de los términos lingüísticos, sino su significado. Creo a mi parecer... que nosotros los lingüistas, pese a todos nuestros análisis, estamos fuera de la jugada de la modificación del lenguaje, cuando intentan comprender los principios de un lenguaje muerto, que no es considerado como algo cambiante y evolutivo, vea me a mí, por ejemplo: yo he dedicado mi vida entera al estudio del lenguaje griego, y no e logrado comprender del todo, sus variaciones y significación en la vida de ese tiempo, pues he comprendido, que el nuevo lenguaje KOINE no se puede analizar, pues sé esta trasformando constantemente, en la mente de los hablantes y  oyentes.... así he llegado a la conclusión frustrante, que el estudio del lenguaje, es inacabado, e imperfecto, como todo el proceder del hombre, pues proviene de nosotros mismos.

Mario.-  Pero si el lenguaje es modificable, como nos damos cuenta nosotros mismos que esta cambiando si estamos inmersos dentro de él?(Mario interroga al maestro intentándolo persuadir de que esta en un error)

Ernesto.- ( Ernesto se sonríe, mirando la impetuosidad de su elocuente oyente) Muy sencillamente, por la modalidad o moda lingüística, vea usted por ejemplo: sí un artista de esos.. de la farándula actual.... saca una palabra X sin ningún sentido o significación coherente, racional, lingüística o fonética, se hace moda, y después, tenemos una serie de hablantes, que la utilizan, como si fuera algo muy significativo para sus vidas,,,, es por este motivo, que el lenguaje es modal, es de modas y de tiempos, de conciencia y de apariencias, sobre el actuar del hombre y su consecuente forma de hablar e interpretar su mundo, pero esto ocurre también,  con la lengua y el lenguaje, que dependen de esta cambio del habla, para ser modificados y cambiados, pues al cambiar el tiempo y el contexto situacional y social, cambian a su ves las formas de hablantes y oyentes. Pero  volvamos de nueva cuenta al ejemplo anterior: imagine sé que usted no se llama Mario, sino Ernesto y yo me llamo Mario y no Ernesto, cambiaria en algo, nuestra forma de pensar, por el solo hecho, de que  han cambiado nuestros nombres?

Mario.- Por su puesto que no, simplemente nuestra genética, nuestra edad y nuestra cituacionalidad no es la misma, y aun que yo me llamara Ernesto y usted Mario seguiríamos siendo los mismos sujetos que estamos hablando. Ha..a..a  ya, caigo en todo lo que me ha estado diciendo, entonces, el nombre no hace a la cosa ser esto y no lo otro, sino sus características y cituacionalidad son  las que  hacen ser a esta cosa y la diferencian de otras distintas, fuera de que se llamen como se llamen.

Ernesto.- Exactamente mi buen alumno ( sonríe el maestro con un aire de triunfo), fuera de que este bazo se llame bazo y no tasa, su cituacionalidad es la que lo hace ser esto y no aquello, por ejemplo: Si yo le digo a usted pase me la tasa  refiriéndome al bazo, entonces usted comprendería que me refiero a la tasa y no al bazo, pues  tendría el referente de que él vaso es la tasa y la tasa es él baso. De igual forma, esto ocurre con todas las formas lingüísticas habidas y por haber.
Mario:  Y podríamos  cambiar por un día el significado de las cosas maestro?

Ernesto.- No el significado, sino la palabra en sí, es decir el nombre de la cosa, pero ejemplifiquemos mejor esto,  vamos  a realizar un pequeño juego, este juego, tiene como propósito fundamental, y es el de desmitificar el sentido a priori del lenguaje,  para así poder comprender bien su significado y su contexto situacional, y ver ¿por qué estamos tan acostumbrados ha  hablar sin preguntarnos, el porque se habla así y no de otra forma?, que te parece si hacemos primero una lista de las palabras que vamos a utilizar y cambiaremos por hoy el nombre de los objetos.... te parece bien que lo intentemos.

Mario.- Me parase una buena idea... muy creativa por cierto, con lo que respecta a esta, ya tan gastada forma de hablar.

Ernesto.- Pues bien, comencemos.... dime varias palabras y yo diré otras más,  para después relacionarlas ambiguamente.

            Lista de  Mario                               Lista de Ernesto
1.-  silla ...................................................... libro
2.- mesa....................................................... pluma
3.-mochila................................................... cuchara
4.-perfume................................................... flores
5.-libreta...................................................... mesa
6.- poesía...................................................... tenedor
 7.- Ernesto..................................................Mario
8.- Mario......................................................Ernesto
9.- sombrilla................................................. mesero
10.-mantel................................................... hojas

Mario.- ( que es Ernesto) dice, comencemos el juego, yo te daré dos o tres oraciones y tu me dirás a que cosa me estoy refiriendo....
1,. Las flores están sobre la pluma
2.- el mantel esta encima de la libreta.
3.- llama por favor a la sombrilla, que es hora de irnos.

Ernesto.- (que era Mario) le contesta, le entiendo, las flores son el perfume, porque el perfume esta sobre la mesa, y a su vez la mesa es la pluma. Fuera de que esta se llame pluma o mesa, no  pierde ni su utilidad, ni su funcionalidad o  situacional, pues lo que cambia no es el significado, sino el nombre de las cosas.  

Mario (que es Ernesto responde) Así es mi querido Ernesto,  las propiedades del objeto no varían, fuera que esto se llame mesa, o silla, sino que siguen siendo, la misma cosa pero en otra dimensión mucho más complicada y profunda, vez, como estamos tan acostumbrado a los formas lingüísticas, que no nos atrevemos a decir, que esta mesa, es silla, o la silla es mesa, pasa los mismo con las obras teatrales, por ejemplo, en el teatro, fuera de que Maria se llame Maria, en la obra en sí de  Romeo y Julieta, cambia su nombre por el de Julieta, no tanto, porque sea Julieta, sino porque así se lo pide la obra teatral, ella no deja de ser Maria, aun que actúe siendo Julieta.

Ernesto ( Mario contesta) Es verdad, yo no he dejado de ser Mario, aún que usted me diga Ernesto, sigo siendo el mismo estudiante que recibió un correo electrónico, y acudió e esta sita.

Mario.-  Así es mi condiscípulo... con todo esto lo que intento probar, es que aunque cambien las formas de referencia simbólica, no cambia su significación, fuera que esta se llame mesa, o silla, el contexto situacional es lo que permanece en una acción correlativa del lenguaje, y así como la obra teatral genera un cambio aparente en los personajes reales, el lenguaje, cambia y varia su forma y significación, conforme este  avanza y evoluciona, ya bien nos lo decía Wittgenstein, el juego del lenguaje es inmenso, Y aun que el lenguaje en sí, es parte perenne del imaginario del hombre, las forma no cambia en tanto que la esencia permanezca, y con esto comprobamos, que el nombre no es la esencia, puesto que puede ser modificado y cambiada a nuestro antojo, mas la esencia fundamental del concepto en sí, nos lada la cituacionalidad y el significado, que no varían, pues permanecen, inherentes a las cosas mismas.


Comprometiendo el honor lingüístico
Capitulo
2
Ernesto (que es  Mario dice)  Entonces, que sucede con la cituacionalidad y la funcionalidad que dependen del nombre, para su contexto significativo?( pregunta Mario con un cierto dudar, de la hipotética paradoja que expone su maestro)

Mario ( que es Ernesto  con  una mirada dudosa y un tanto inquietante le contesta) Pues nada mi querido amigo, en tanto la cituacionalidad varia, la funcionalidad de la cosa en sí misma permanece, la situación ubica el tiempo y el espacio del objeto determinado, mientras que la  funcionalidad le concede el uso más no el abuso de aquello, a lo que se refiere en el significante,  y el nombre no es otra cosa, que la distinción superflua, que  hacemos nosotros al nombra uno objeto y  diferenciarlo de otro distinto o el  de muchos otros iguales que el, más no, es su contexto situacional o la funcionalidad  de la cosa en sí, misma la que infiere que el nombre no tiene que ver, ni con la cituacionalidad ni con la funcionalidad del objeto, sino simplemente con el nombra la cosa y diferenciarla de otras distintas a ella misma.


Ernesto ( que es Mario le contesta ) entonces que sucede con la idea de la cosa que tenemos al nombra un objeto de terminado? ¿acaso es que la idea varia o cambia con la forma de nombra o no nombra ese determinado objeto?

Mario ( intuyendo la mirada aun dudosa de su Inter. Locutor, infiere)
La  idea determinada de la conciencia es presupuesta por el ¿cómo y porque nombrar a esa cosa con ese nombre y no otro distinto? Esta idealidad del nombrar prevalece o no.... ( hace una pausa el docente) (Mario duda y acentúa con la cabeza negando)  pues, verdad, la idealidad que tenemos al nombrar determinada cosa, cambia cuando cambiamos el nombre de dicho objeto, aun que el significado prevalezca, la conciencia  consigue registrar que usted en estos momentos se llama Ernesto y no Mario como se presupone, entonces, entra en conflictos nuestro lenguaje, pero más estos son pasajeros, hasta que la idea de que usted es Ernesto y no Mario se afirma, mientras que su conciencia, concluye por afirmar que usted efectivamente es Ernesto y no Mario como ella misma  suponía que era verdadero. 

 Esta historia continuara.....



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