martes, 6 de agosto de 2013

ENTRE EL KALASUTRA DE NIETZSCHE Y OTROS DEMONIOS SAGRADOS.



Ensayo sobre el anticristo
(NIETZSCHE FRIEDRICH)
      Jesús en la cruz gime de dolor, en tanto el manto impalpable de la muerte anuncia su pronto olvido de este plano astro físico,  cubierto por “hiperbóreas” criaturas, que diletantes caminan entre las cenizas de una oscuridad que no termina. Mientras tanto un silencio absoluto alumbra la faz de este tierra de nadie, una Voz Cavernosa surge de las entrañas  del ocaso de los ídolos,  gritando: “Dios a muerto, la liberación a comenzado” .

                 (ABSGAR)
I
 En este mundo  plagado de “hiperbóreas” criaturas y vanas quimeras e ideales utópicas del pensamiento, se tejen  el porvenir, proveniente de un *hipanalismo [UFO1] arcaico y amorfo, en el cual, el ángel del pesimismo falaz, cohabito con el hastío de la circunspección dualista. Dualidad, tantas veces acotada por esta raza humana, que ha caído de nueva cuenta en las garras de una circunstancialidad, históricamente dialéctica, provista  por este modernismo nihilistamente totalitario y decadentemente escéptico, que se instaura  ante este mundo sin ideales, más que promovidos, por esa idea de confort y vanidad, mediante la cual pagamos el precio insensato del sometimiento y la falta de auto liberta en nosotros mismos.

Mientras nuestras bocas gozan con este deleite sometimiento y el sueño quimérico de la felicidad,  nuestra decadencia se hace más latente, en el cobijo de aquellos textos muertos e insalvables más que para la docta ignorancia humana. Felicidad que instaura su magia tantas veces azarosa y manifiesta en su  poder de obtención desigual, de este poder ególatra de sí mismo y subido a un altar, para esta humanidad material, en sus entrañas cálidas y sonrojadas se teje, la duda metódica de la razón y la locura de muchas vidas,  que lucha entre las alzas de precios, cotizaciones a la baja, y el proyecto económico para una globalización mundial.  

Pero este frágil momento de poder, solo nos muestra el placer casi sádico de la humanidad de todos los tiempos y su delirio de obtención,, pues la felicidad es eso poder y avaricia, de lo que No es toda vía nuestro, pues nos ofrece resistencia[1] y cuando al conseguir el deleite de su obtención, y el gozo saciado se adormece, una nueva búsqueda nos insita a querer más, pues siempre tenemos  sed de poseer y experimentar lo “novedoso,” lo que no esta toda vía atesorado y olvidado en nuestro caminar materialista y personal.

Y es justamente aquí, en nuestra demanda modal, que la  “modernidad y la posmodernidad,” plagiaria de todo ideal, de todo sueño por salir de este camino de abrojos,  nos conduce ante las  “hiperbóreas” criaturas de un mundo disolutos, plagados por su fe y sus demonios casi santos.

Fe que se extiende más allá de los brazos de aquellas imágenes baratas, de santos y cristos crucificados, pues en el hoy moderno nuevas catedrales sean instaurado como religiones modernas, esta nueva doctrina clerical, política, legal, dogmática esta inscrita en nuestra       “mercadotecnia”, en nuestra “tecnología” y en nuestra “democracia institucional y legal”, estas son las catedrales, que rodean el inframundo, de este kalasutra trinitario y siempre dual.  

Más como dice Nietzsche “Todos los valores en los que cifra hoy la humanidad sus deseos más elevados, son valores de decadencia[2]  de una decadencia latente y siempre sentida, presente en los individuos como en su “creación,” la cual subyace, tantas veces este ser abierto y cerrado,  social y antisocial por naturaleza, inmediatamente dual. Cualidad tangible en la vida de cualquier ser humano, siempre luchando con su Dios y su Demonio oculto en su ser, y en donde la vida es para mí este instinto de crecer, de permanecer, de acumular fuerza, de poder, pues cuando no existe voluntad de poder, lo que surge es “la decadencia” y esta humanidad es decadente. Pues en nosotros prevalece, esta apática condición, que hoy nos lleva a sabernos eternamente nihilista y eternamente totalitarios, abstractos y corpóreos, reales como el mismo sentido de incognoscibles de nuestra razón y de nuestros pensamientos tantas veces alienados, somos la humanidad que reposa en el final de los días, donde el tiempo se a convertido en un cronometro invertido con manecillas y cuentas regresivas.

Sin embargo, nuestra decadencia es global, y no es representación de lo que ataca Nietzsche como sentido de  “ cristiandad misericordiosa y compasión tantas veces perniciosa y alienante, frívola y banal promovida con un solo fin, el deseo de poder” pues nuestra decadencia actual, no esta cubierta, por una cruz ensangrentada, ni por mártires que mueren por su Dios, ni por esta salvicima misericordia lastimera, promovida por la religión cristiana. La decadencia de esta humanidad moderna, posmoderna y global encuentra su vertiente, en electrón más fino, en el microchip cibernético más elaborado, en el teclado más funcional, en la pantalla electrónica, en el celular más pequeño y en la televisión tan de moda de hoy.

Pero estos son; los Secretos de esta humanidad, que guardan en las tinieblas del ocaso de sus ídolos, las ásperas entrañas de una vida sin motivación, sin imaginación y perpetuada en esta doble dualidad falaz. Dualidad que nos habla  de una humanidad que nunca nace, pues siempre su parto se queda – en posición de neonato-. Humanidad cualitativa que canalizada su energía por una devoción evolutiva, que nunca acaece,  y no existe una teoría, un sistema que le quede a la media-, ya que esta evolución es casi sacra, para la humanidad que es profana...-contingente como la misma contingencia- que ambivalente reposa en los huesos  de una muerte placentera y casi santa, pero este es el mundo, en donde la fantasía subsiste pese a las Laptos de Bolsillo, o  aquella cripta que grabada en su lapida,  dicta la memoria – INRI- genuina inscripción de una salvación a medias enseñada- o como diría Nietzsche “mediocre” provista de esta religión plagada de dudas, conflictos políticos y existenciales. 
Pero dejémonos en paz a los muertos, y dejémonos de  panfletos arbitrarios que no nos conduce a  nada nuevo, ¿Más quien dijo que  buscamos la  novedad? Pues no es así, sólo intentamos rehacer un ensayo, - de esos, que de ensayos no tienen nada-, pues solo consiguen interpretar a los que en la memoria de sus días, también transitaron por este doble infierno “llamado tierra”. Entonces mejor, olamos el aire, que nos muestra  la podrida manzana de esta caída falaz, fruto radiante del destierro, que nos despojo del ilusorio edén, y consagro nuestro  cuerpo al doloroso “libre albedrío,”  este libre albedrío del acto humano, que abrió  la puerta dual de este esteriotipado conducta del “bien o el mal”  del “sí o al no”  pos-moderno y global, prejuicios eso es todo lo que nos rodea, mientras situamos nuestros  brazos ante esa  cruz de plata y madera, refugio de crédulos y pecadores, que ha ultranzas dogmáticas y teológicas, arrullan sus ruegos en las harpías mortales del hades trinitario, de esta divinidad clerical llamada iglesia, dogma y fe.

Iglesia mundo y real,  en donde las cuestiones divinas son un mal, casi necesario para la humanidad, al igual que su vendita globalización económica, modernidad y globalización  que es plaga y enfermedad y que nos produce esa paz ambigua de aceptación cobarde, de esta virtuosa suciedad que caracterizan al sí o y al no modernos[3]  pero que nunca permite – un tal vez- aún que en este –tal vez- estaría situada la mediocridad humana, pues nunca dice un sí afirmativo o un no tajante, ya que cuando decidimos decir que “si” no estamos del todo seguros a pagar el precio de nuestras elecciones, pero  vivimos en un mundo materialista en donde la corrupción y las falacias mentales y auditivas son la verbena popular de todos los días, y en donde hasta la aspirina que es Dios nos dictamina  un precio, el precio de tal efecto es “el cielo o el infierno” pero nunca “el purgatorio”.


De igual forma, hasta los demonios han cambiado hoy sus técnicas de seducción, se han por así decirlo modernizado, ya no tienen cuernos, ni cola con punta de flecha, pues ya existe la cirugía plástica, visten de traje y corbata y usan teléfono celular y pagan una fortuna por  entablar conversaciones por Internet al más allá, de igual modo Dios, no se quiso quedar a tras y hoy viaja en SUPER YET, y tiene inversiones en la WORLD STREET  y esta muy al pendiente, ya no de nosotros como humanidad, sino  de las alzas  o bajas en los mercados de la  moneda cambia, pues tiene inversiones en Tokio, Londres, Chicago y Madrid, pero este es el mundo modernos del aquí y del ahora,  en donde todo puede suceder, y en donde pasan los grupos y cantantes, como los calcetines o los zapatos que nos ponemos todos los días  – inapercibidos- pues no logran permanecer en el medio artístico más de dos meses, cuando ya salió otro grupo, igual de pésimo que el anterior o tal vez peor,  he de aquí que me pregunto ¿Dónde quedo el super hombre de Nietzsche? ¿Acaso ya lo superamos?, o mejor aún ¿tal vez algún día lo seremos? Lo único cierto, es que hasta las taquillas del cine reciclan viejos personajes como BATMAN FOREVER, o al SPAIDER MAN o TITANIC para ver si así podemos encontrar,  aquel icono ideal, de hombre o humano perfecto, el cual  “quiere, debe, tiene que ser el hombre moderno del aquí y del ahora.”

Sin embargo, este mecías, este TLAMATINI tan esperado por la humanidad, parece haberse perdido en los estudios cinematográficos de las ciudad de HOOLIWOD, entonces que nos queda más que este hombre modernos que suspira y dice: no se que hacer, soy la esencia del no saber que hacer[4]”,  pues afanada esta humanidad en su constructo decadente y perenne, muestra tangible de esta modernidad tecnológica actual, encuentra a su humanica realidad perdida, en el laberinto del minotauro, -pues no sabemos si vamos o venimos- Pero hoy 2002 estamos más interesados por obtener dinero apretando mil botones intentando, que la maquinaria pesada,  del engranaje cibernético nos conecte con el microchip del mundo, para que el nos dicte “que ser, como ser” como si nuestra elección y libertad, estuviera sustentada por esta ramera tantas veces insensata y  por  la cual no podemos vivir – pues ella nos provee de  placer, poder y confort- como si el mundo fuera aquella novela que hace ALDOUS HUXLEY de un mundo feliz y las hojas de este texto, fueran los brazos que cobijan a la enferma humanidad posmoderna y global actual.

De todo esto surge nuestra, limitante elección, pues estamos condenados por propia mano  “a este si y  no” tan aborrecidos por Nietzsche, es por todo esto que decimos que esta lucha, ya no esta situada en una cristiandad, que sumerge en alcohol sus suplicas, hasta embriagar al pueblo para someterlo y alienarlo a sus doctrinas “mesiánicas,” si no la alineación global, nos ha conducido más allá de una cristiandad crucificada, nos ha llevado a una cristiandad mecanizada, en donde la alineación encuentra su dogma de fe en la programática escolarizada, en esta deshumanización inicua, en esta tecnología educacional, frívola y modal, o en programas como BIG BRODER en donde el individuo es situado en una casa hermética y cohabita con otros individuos, igual de perdidos que él, de aquí se desprende nuestra crítica aún sociedad que nace de un ser autista, ensimismado y falaz, ignorante de lo que “es y debe ser” y del cual inferimos, un alto costo de “duda” más no de dualidad, entre lo que es “su sí de ser o su no de ser.”

Pues el individuo como tal, quiere ser protagonista, quiere salir al margen de esta podredumbre humana y decadente, y de la cual se desprende su  máximo ideal de felicidad, felicidad que no es más que “ sentir que aumenta nuestro poder, pues creemos que  superamos algo que nos ofrece resistencia”[5].sin embargo  el hombre global de hoy, no quiere obtener las cosas o en tal caso “luchando por ellas” hoy tan solo  nos  conformamos “con esta depresión anímica que nos consume”  y hasta se me antoja que muchas veces, desearíamos tener un cambiador electrónicos, de esos como los controles remotos, para así  al oprimir un botón poder sentir la felicidad, pero estamos en “Satania” esta es nuestra gran ciudad, aquí puedes inventarte un amante virtual y mandarle orgasmos por hotmail, y podemos  programar nuestros pensamientos, y hablar con una maquina en el chat, pues esto solo refleja el gran temor de la humanidad moderna de verse cara a cara con otros individuos, pues nuestros ojos no expresan más que el hastío y la vacuidad de un y mil vidas sin imaginación, sin amor, sin dolor.

Y en donde ni la Iglesia católica, o los judíos o pakistaníes se salvan de esta modernidad,  ¿Canonización o evangelio?¿Guerra o Sexo?¿Reglas o libre albedrío humano? Cotidianidad eso es la vida de la elección humana, una cotidianidad de dominio y poder, que no radica en un sí o en un no tajantes, pues cabe la posibilidad de un –quien sabe- que nos da el poder suficiente para soñar que somos y conformarnos con que así somos. Por tanto, el hombre siempre a discernido entre si es bueno o malo, sin embargo, el hombre no es bueno ni es malo, simplemente es un ser falaz, que necesita que lo gobiernen antes de aprender a auto- gobernarse por sí mismo, y como ya no es suficiente el mando humano para el sometimiento, hoy hemos engendrado estos bellos demonios llamados, tecnología, maquinaria, industria, bancos y hacienda, para someter lo poco que nos queda de libertad.

Pero el placer que nos venden estos demonios ardientes modernos y tecnócratas, solo son la representación de nuestra vanidad, y del  sueño materialista de una evolución que culmina y comienza en este poder económico que nuca llega como un bien para todos, sino por el contrario se quedo aquí, en lo que en potencia de ser nunca se dejo vencer para fecundarse la cumbre internacional de tratados bilaterales para la globalización, pues la arrogancia del mundo nos cobijo, para después aventarnos hacia las criticas y alabanzas de hombres muertos, de santos beatificados y crucificados en cruces de madera y vidas de alcohol y sueños que se adormecen con aquellos estupefaciente de quinta calidad.  De aquí que el “sueño de un hombre perfecto” sea cada vez más lejano, así mismo somos despreciables como humanidad, pues la opresión, a sido a través de la historia de nuestro propio acontecer vital,   nuestra máxima de “poder” es la consecuencia de una búsqueda eterna hacia la felicidad, felicidad que merma la cualidad de todos y privilegia algunos cuantos, y que hoy en el( 2002) se hace más táctil, ante una sociedad mundial que hieda y agoniza por su misma enfermedad deshumana e ignorante.  

Pero esta enferma condición humana, ni la más docta medicina puede curarla, pues va más allá de la comprensión misma, de toda saber o conciencia medica, esta putrefacción humana, fue trasmite de generación en generación mutando, sin que nuestra conciencia pueda hacer algo para liberarnos de todo aquello que desde antaño, nos fue arrastrando, hasta la construcción de este mundo en decadencia,  he aquí que entonces que descubrí que al hombre de hoy y de siempre, es poco racional, mientras tanto se conforma con una “una realidad que se convierte en apariencias y ese mundo completamente falso del ser en sí se trocaba en la realidad[6]  realidad arbitraria y aparente que da cuenta, de un de las más grandes fábulas  y farsas que representa nuestra miseria humana, y que es ante todo,  la de esta dualidad que nos representa, de aquí que como dice Nietzsche El instinto que se equivoca en todas y cada una de las cosas, es el instinto que se opone a la naturaleza[7] cuando crítica a Kant, la naturaleza humana ni si quiere es dual, sino plural, tiene mil caras y mascaras que cubren y forjan esta dualidad aparente, de aquí que el hombre no se quiera reconocer ni como rey y soberano del mundo, ni como mendigo hambriento dentro de él. Así mismo “El hombre no es, de ninguna manera, la coronación de la creación; todos los otros seres ostentan, al igual que él, un mismo grado de perfección. Y al decir esto todavía estamos afirmando demasiado: comparativamente hablando, el hombre es el menos conseguido de todos los animales, el más enfermizo, el que más peligrosamente se aparta de sus instintos.[8]  y esto ocurre, cuando no nos sabemos ni Dioses, ni Bestias de nuestra propia creación, entonces recurrimos a  tomar conciencia de lo que acontece en nuestras vidas, escudándonos en esta falsedad cualitativa de decir “errar es de humanos,” que acaso no es más humano “pensar y razonar las cosas antes de hacerlas, que cuando tenemos toda conciencia de nuestro actuar.”
De aquí, que se  consignando  por milésima vez,  el rescatar y la  reconstrucción de un nuevo mundo, que florezca  en nuestros pensamientos como un 2parivritti, sustentado en el subsuelo de este 4kalasutra histórico y hegemónicamente  globalizante, triste y soslayado,  clamor que subsiste como el eco sonoro en una película de ficciones ideática, dándonos cuenta de que esta realidad es embrutecedora y barbárica, y en la cual, no subsiste ni él superhombre de  Nietzsche,  al cual abogaba y que pudiera salvarnos, de aquí que infiramos que no existe la realidad, pues como nos diría SARTRE : “Para hablar de mundo o realidad, se debe comenzar por establecer el concepto de mundo, de hombre y realidad que se quiere tener[9]”, entonces nos  preguntarnos ¿De cual realidad hablamos? ¿De cual hombre hablamos? De este ilustrado por Nietzsche en el anticristo como un ser religioso, perenne en su misericordia y lambisconería prosaica y sacerdotal de un pueblo como el judío el cual representa este motor decadente promovido por la cristiandad”[10]  es por esto que este ensayo se titula  el kalasutra de Nietzsche y otros demonios sagrados, por este doble infierno, en el cual por un lado nos encontramos con esta cristiandad opaca, soslayante más que para su conveniencia arbitraria y en donde “el cristiano – es esa forma de enemistad mortal con la realidad no superada hasta la fecha- se desarrolló en su terreno extraordinariamente falso, en el que toda naturaleza, todo valor natural, toda realidad tenía en contra suya los más profundos instintos de la clase dominante”[11] pero este seria el primer infierno, el segundo surge de la tecnología igual de arbitrario que el primero, y en donde la obra y el pecado sustentan este no hacer religioso sustentado por la venta y la demanda de posesión y obtención puramente material.

De aquí, que estos dos infiernos, en los cual habitamos como masa homogénea y divergente al mismo tiempo, e inmersa en un cableado de fibra óptica suministrado nuestra peor  3Parivedana. Solo sustenten nuestro poderío animal, rehabilitado en este aprendizaje de una ciencia y su confort, tantas veces prometedora, e inalcanzable como las promesas  de aquellos políticos de tercera o quinta generación,  que promueven proyectos de reforma para el pueblo, no obstante la espera marca la diferencia, que se vuelve en indiferencia y frustración. Entonces, que le queda al pueblo, más que arremolinarse y venerar su mediocridad lastimera y clerical, y es aquí, en donde surge la esperanza de canonizar alguno santo, para apaciguar los ánimos ya tantas veces caldeados en este “doble infierno” ancestral, que vierte su fuego a quema ropa sobre una humanidad sin imaginación, sin igualdad, sin ser nosotros mismos de forma individual lideres de nuestro propio vivir circundante. 

Más en toda  está enferma condición humana, aun intentamos rescatar un poco del pudor perdido y periférico de nuestra imaginación entrañable,  sobre  lo bueno, lo malo y el eterno retorno a una  felicidad, que inalcanzable no llega aún a nuestros días, mientras  la vida trascurre por esta mancha  suburbana ideática y somera, en donde habitan pequeñas e inanimadas criaturas hiperboreal, el sonoro repiqueteo de las campanas se escucha a lo lejos, las beatas y los monaguillos, se reúnen en silencio a dar su clericales plegaras a Dios,  y un clamor subyace de entre las cenizas como el ave FENIX, despertándonos a todos nosotros de nuestro eterno letargo insipiente, inmerso en nuestra mediocridad diluida y conformista, el  mecías de tan gran alivio, subsiste pese al tiempo, a las criticas y sus textos no tendrán fin, a la memoria de uno de los más grandes filósofos FRIEDRICH Nietzsche.

CONCLUSIÓN

 Finalmente y mientras las perlas del sagrado rosario, oscilan entre los salmos y los misterios, la enfermedad putrefacta de nuestros cuerpos perennes, preserva la tan esperada lucha, el tan temido despertar de esta humanidad adormecida, cuando al enfrentarse con su realidad inicua y aletargada descubre  “el odio instintivo de  la realidad que aparece, pues, como consecuencia de una extrema sensibilidad ante el dolor, de una hiperexcitación que no tolera en modo alguno que la “toquen” porque experimenta todo contacto de una manera demasiado intensa[12].” Descubre por primera vez que es libre, que no importa si se es bueno o se es malo, que la verdadera condición del hombre va más allá del bien o del mal, es un simple acto de “elección humana” que no tiene que ver ni con golpes de pecho o tolerancias indiscriminadas que lo sometan ante la clase dominante,  de aquí que  “No hay en toda la sicología que se halla contenida en el evangelio la más mínima  referencia a los conceptos  de culpa y de castigo, lo mismo que al de recompensa. Se ha eliminado la idea de “pecado” y todo distanciamiento en la relación existente entre Dios y el hombre[13]De aquí, que la Humanidad siempre sea sujetado por propia cuenta, a sus muy particulares demonios, y a sus muy particulares, pecados y prejuicios, pertenecientes a este mismo engrane de su propia maquinaria pesada, que desde hace mucho tiempo lo atrapo, colapsándolo y aplastándolo en el hundimiento de esta misma  crucifixión  inicua y frívola de querer ser libre y al mismo tiempo vivir coexistiendo con su propio sometimiento arbitrario: toga de malditos carcelarios, bestias sedientas de poder y en donde el sueños engarzo al horizonte de las  palabras horizontales demanda una  demagogia global puramente politizada y de tercera calidad, en donde el “sujeto” intenta extirparle su yo abstracto a través de los programas desmitificadores de DISCOVERI CHANEL Y PEOPPEL ARST como si la conciencia de nuestro ser, se encontrara en la investigación  fanáticas de aquellos, que al igual que todos los demás, están inmersos en la masificación y  comercialización global. 


De todos esto concluyo los peores demonios de la humanidad, los mas íntimos de sus pecados, se encuentran hoy presentes, en este siglo 2002, engendrados por un desconocimiento real al final de cuentas hasta Jesús hizo lo que quiso en este mundo mostrándole al mundo la verdadera libertad, “En un sentido muy amplio pues Jesús tuvo una gran libertad de espíritu no le importaba nada fijo: la palabra mata, todo lo que esta fijo mata. El opuso la idea de vida y la experiencia de esa vida, la única que el conocía, a todo tipo de palabra, formula, ley , fe y dogma[14]esto lo sustentamos con lo siguiente, no estamos aquí para criticar, ni para justificar o jugar el comportamiento de nadie, de igual forma las palabras se mueren en el papel, los textos y las reglas son violadas y fragmentadas por los mismos que los engendran, de aquí que lo único cierto en este mundo, es  la lucha a muerte por lo que creemos, por lo que en verdad tachamos como verdades únicas y particulares de cada quien,  realmente no existe una verdad científica ni docta, ni objetiva, sino sustentada solamente en esta idea de vida y de obra, de acto, de aquí que la nuca verdad es la que se experimenta, no la que se castiga, la que es libre y no profana o crédula y fanática. . De la lectura y el análisis de Nietzsche me surge una pregunta - ¿Dadas las condiciones actuales, de modernidad, de iglesia, de gobierno, de poder, de tecnología, de mercadotecnia etc, si volviera a venir Jesús Cristo, Mahoma, Buda, ¿quién fuera? Lo volveríamos a matar?
 De igual forma, inferimos que el hombre mismo no quiere evolucionar, pues se conforma con creer que así lo es, mientras, el “progreso no es más que una idea moderna y por consiguiente una idea falsa[15], nuestra idealidad actual de progreso, queda aún mas reducida que la idea de progreso de Nietzsche, pues se  infiere de estas películas de ficción, en donde la modernidad y la idea de progreso encuentran su sustento en   viajar a la Luna, vender coca- cola, y promover guerras masivas como la de Vietnam o la de los emiratos árabes, esta idealidad  de la “ evolución actual” un de sus raíces en un viejo  lema “paz, progreso y libertad”  es mediante este lema político y  gabacho que los más poderosos hoy en día, nos embriagan con el alcohol y la indulgencia del perdón, pues los gobernantes poderosos del mundo saben que esta guerra fría llamada “mercadotecnia” infiere  una lucha por la supervivencia pues conocen ampliamente este terreno en el cual se encuentran “los demonios ocultos de la humanidad” y por alcanzar el poder de aquello que más deseamos, (micro componentes, televisiones de pantalla plana, discos compactos personalizados) vendemos nuestro propio sentido de poder, de aquí que infiramos que hoy en día nuestro evangelio a criticar es la tecnología y la globalización, y nuestro salvador es el dinero, por el cual somos capaces de vender hasta nuestra vida, es por todo esto que inferimos que el único camino deseable en tal caso es el auto conocimiento, la auto libertad, las autocracias de este romper con esquemas con prejuicios con dogmas, para poder ser libres, como bien Nietzsche nos ha enseñado.
Así mismo, como también nos dice Nietzsche “evolucionar hacia el futuro no significa, por definición y en virtud de una especie de necesidad, elevarse, realzarse, fortalecerse[16], sino tomar conciencia de que es  libre, desde el momento que se sabe uno mismo auto gobernador de su libre albedrío, no necesita de preceptos, de iglesias, de dogmas, de reglas de leyes, de gobiernos pues descubre que no existe bien ni mal, sino más bien una elección constante y en completo movimiento,  que se deriva de la misma cotidianidad de lo vivido, de lo que acaece en este mar de lagrimas y confusión llamado mundo, vida y cotidianidad, y en el cual el hombre se encuentra inmerso.


* OED: significa sueño magnético.
[1] Locus cita: obras selectas, FRIEDRICH Nietzsche, EDITORIAL EDIMAT LIBROS,  TEXTO EL ANTICRISTO, PAGINA 459
[2] IDEM: PAGINA 461
[3] IDEM PAG 459
[4] IDEM
[5] IDEM
[6] IDEM 465
[7] IDEM 466
[8] IDEM 467
2 OED: Significa retorno.

[9] EL HUMANISMO NO ES UN EXISTENCIALIMO, JEAN PAUL SARTRE, EDITORIAL ALATAYA, PAG 23.
[10] EL ANTICRISTO, FIEDRICH Nietzsche, PAGINA 480
[11] IDEM
3 OED: significa miseria.
4 OED: Significa doble infierno
[12] EL ANTICRISTO, FRIEDERICH Nietzsche, PAGINA 483, PARRAFO 30
[13] PAGINA 486
[14] IDEM PAGINA IDEM
[15] IDEM PAGINA 459
[16] IDEM 450


 [UFO1] Significa sueño magnético

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